La época de disfraces es genial, los peques tienen gran ilusión en transformarse en seres de su imaginación, en divinas princesas que ven en la tele y espeluznantes fantasmas que asusten a los abuelos. Sin dejar de lado a los padres, quienes suelen recordar sus disfraces de pequeños con nostalgia y un fondo de alegría por lo que buscan esforzarse a brindar la misma experiencia a sus hijos. Esto puede representar todo un reto, para alcanzar el personaje deseado con originalidad sin dejar a un lado que puede generar un fuerte gasto de dinero. Por esto hemos buscado recomendaciones fáciles y originales que son útiles cuando elaboramos nuestros disfraces en casa, para que os paséis un buen rato no sólo en el momento de pedir los dulces o asistir a la fiesta sino durante su elaboración.
Hay que considerar que las botas de lluvia son la mejor opción para hacer una transformación. Por su material de goma ayudándonos con papel celo son perfectas para diseñar garras de dragones, o colocarles estrellas de vaqueros y ser perfectos zapatos para caminar sobre la luna, sin arruinarlos. También si jugamos con su color puede darle más forma al personaje.
2.Esponjas de colores. Las esponjas que utilizamos para limpiar la casa son un material firme, que siempre mantiene la forma y fácil de transformar con una tijera. Por lo que podemos crear triángulos, estrellas y círculos y toda figura que sea necesaria para realizar nuestra creación.
3.Cartulina de colores. No hay que menospreciar el poder que tiene una cartulina cortada de la manera correcta sobre un viejo pantaloncillo de color. Con esta se pueden hacer dobleces, figuras, sombreros , espadas, y miles de accesorios que pueden dar vida a nuestro disfraz.
4.Poliespam. Es ligero, económico y fácil de pintar, por lo que de él pueden surgir muchas ideas. Como ojos saltones, centros de flor, planetas, texturas para piel reptiles.
5.Las toallas, las medias, las fundas de almohadas todo viejo pedazo de tela es útil para crear una capa, un traje, un brazo, alguna pieza que pueda ser fundamental para perfeccionar el personaje que intentamos copiar.
6. Cajas, es la manera más fácil de crear un disfraz, ya que sólo hay que transformar el cartón y el niño sólo debe llevarlo.
Con gran imaginación y mucha creatividad en casa podemos crear trajes estupendos sin olvidar las memorias que estos nos dejarán. No olviden compartir con nosotros sus disfraces para este Halloween.
El carnaval está a la vuelta de la esquina, y queremos darte algunas ideas para, con muy poco dinero o con materiales que tienes ya en casa, puedas confeccionar los disfraces de los más pequeños, para que no se pierdan esta divertida fiesta.
Apunta a los niños a recortar, pegar y dar forma a su disfraz. Te proponemos dos opciones para las niñas y dos disfraces para los niños, muy fáciles de hacer y que seguro te harán pasar una divertida tarde con tus hijos.
Una bailarina o una mariquita: disfraces para niñas
El disfraz de bailarina suele ser uno de los favoritos de las niñas; no es muy aparatoso, permite moverse libremente, y es muy fácil de hacer. Necesitas unos leotardos y una camiseta manga larga (mejor tupidos, para que la niña no pase frío) del mismo color, y unas manoletinas o bailarinas, del mismo color que los leotardos y la camiseta o de un color neutro. También necesitarás una diadema (de tela o elástica, de las que se pueden comprar en cualquier bazar), y papel maché de colores, papel encerado, mallas plásticas para las frutas o verduras, o bolsas plásticas de colores vivos, y una cinta elástica, que será la cinturilla del tutú. Para hacer la falda de bailarina debes plegar las bolsas, el papel maché o encerado y las mallas, de forma irregular, y luego doblarlas por la mitad, para colgarla y anudarla suavemente en la cinta elástica. Posteriormente, añade más capas de diversos colores y arrúgalas ligeramente hasta darle forma a la falda; a más cantidad de material, más vuelo tendrá la falda. La diadema elástica servirá como adorno para el pelo: enrolla tres o cuatro trozos de papel o de mallas para la fruta como si fuesen flores, y pégalas o cóselas en la parte superior de la diadema, y tendrás un adorno combinado con el tutú; y ya está, ya tienes el disfraz de bailarina.
Los insectos son un clásico del Carnaval, y el disfraz de mariquita es gracioso y cómodo, y no es complicado de hacer. Lo primero que necesitas son unos leotardos negros y una camiseta negra de manga larga (o un jersey negro), que serán el cuerpo del traje. Para hacer las antenas puedes usar alambre fino y bolas de poliespán pintadas con tempera roja o negra que debes ensartar en uno de los extremos del alambre; el otro extremo te servirá para enrollarlo en alguna diadema rígida (de plástico) que use tu pequeña, o que hayas comprado en algún bazar.
Para hacer las alas, debes dibujarlas sobre cartón y recortarlas (por ejemplo, de alguna caja que tengas en el trastero), y puedes forrarlas con fieltro o tela roja, que luego podrás adornar con círculos negros de tela o fieltro de diversos tamaños. Para colgarlas, puedes ensartar cintas elásticas a cada lado, como si fueran las tiras de una mochila. Si te sobra tela, puedes forrar la diadema en la que has colocado las antenas (y reforzar la unión de las antenas con la diadema), o hacer un fajín para adornar el cuerpo del traje, que puedes rematar con un gran lazo frontal.
Piratas y espantapájaros: dos clásicos fáciles de hacer
Los piratas son personajes muy familiares, gracias a los cuentos y a la literatura infantil, y disfrazarse como un bucanero de los mares resultará muy divertido para cualquier niño.
Usa un par de pantalones viejos, de color oscuro, y corta los bajos en forma de pico, para darle un aspecto raido y desgastado. Completa el look con una camisa blanca, un chaleco que ya no uses, y una corbata (que puede ser un retal de tela, a modo de pañuelo, o una corbata de la que te vayas a deshacer). Con una bufanda vieja puedes hacer un fajín que debes anudar a un lado, y para la cabeza, puedes usar un pañuelo que atarás alrededor de la cabeza. Puedes pintarle tatuajes, barba y bigotes con con un lápiz khol y completar el disfraz con un parche que puedes adquirir en cualquier bazar.
Convertirse en un espantapájaros también es muy sencillo. Puedes usar pantalones de chándal (con cinturilla y tobillera elásticas) y camisas viejas de franela o a cuadros, que son las prendas que usan los espantapájaros: Rellena la parte inferior del pantalón de chándal y las muñecas de la camisa con rafia, y fíjala suavemente con cinta de embalaje que pegarás directamente sobre la ropa, y así parecerá la paja que se escapa del cuerpo de los espantapájaros.
Completa el disfraz con un pañuelo anudado al cuello, un sombrero de paja, y delineando los ojos y pintando pestañas con un lápiz khol.
Si tienes poco tiempo, te recomendamos que visites el blog del Departamento de Orientación de Andújar, en donde encontrarás plantillas para hacer máscaras variadas de animales como cerdo, ratón o incluso, un dragón.
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Athina os cuenta en que está trabajando y temas interesantes referentes a la infancia