Había una vez un pulpo sin tentáculos, que estaba muy muy triste porque todos se reían de él. No dejaba de llorar porque no dejaban de reírse, pero él no les escuchaba aunque…. no lo podía evitar porque no tenía tentáculos y no se podía tapar los oídos. Pero Athina, le ayudo y le cosió con tela brillante de bañador unos bonitos tentáculos y fue el pulpo más famosos del mar y ya nadie se reía de él.
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Qué nos ha enseñado Iván:
* No todos somos iguales
* No tenemos que reírnos de los demás, porque sufren
* Todos podemos ayudar a los demás de alguna manera
¿Cómo puedes ayudar tú, ya lo sabes?
Gracias Iván, por este cuento tan precioso!!!
¡Qué cuento tan genial!
¡Enhorabuena por esta iniciativa ! que contribuye a fomentar la imaginación, hábitos de lectura y sobre todo valores, ¡Gracias Athina, gracias Iván!