Pasamos el año  tan agobiados que rara vez nos tomamos un tiempo para enviarles un saludo a esas personas a las que le tenemos gran afecto y se encuentran lejos, o aquellas personas que dedican su trabajo a mantener nuestro bienestar o colaboran con nuestros proyectos. Pues la navidad es un buen momento para recordarles a las personas el valor que tienen para nosotros. Y qué mejor manera que hacer esto con una tarjeta de navidad que reciba por el correo. Nada es más agradable que recibir un saludo directo en la puerta de casa.

Hay muchas maneras de enviar una tarjeta, si es cierto que hay tarjetas muy monas en las tiendas, muchos programas de diseño en el ordenador que con dos o tres clicks y efectos podemos conseguir algo fenomenal, pero nada como lo hecho en casa. El efecto  que tienen las tarjetas de navidad DIY, el ver que ha sido creado por nosotros mismos trae consigo un significado especial, y más aún si los peques han participado en su elaboración.

–          Hay aquellas que con pegar uno que otro objeto de desecho y unos trazos del boli y simulamos figuras fenomenales, como santas, renos o bolas para decorar.

–          Las manitas de los niños siempre son enternecedoras e identifican bien su aporte para la creación de la tarjeta.

–          Los dobleces rollo origami, jugar con papel sobre papel siempre es una opción práctica y con un poco de creatividad se puede hacer cosas muy chulas.

No perdáis la oportunidad de la ocasión para dar las gracias y recordar lo mucho que apreciamos a las personas que nos rodean.